Hoy os ofrecemos un post dirigido a los aficionados de la buena gastronomía y, particularmente, del jamón ibérico, que sois quienes visitáis al blog de Ibéricos Torreón. Nos embarcamos en una deliciosa travesía para descubrir cómo identificar un jamón ibérico de alta calidad y entender el interesante fenómeno de los cristales de tirosina, sobre el que mucha gente nos pregunta, especialmente cuando los ven por primera vez.
Origen y raza ibérico
El primer paso para reconocer un jamón ibérico de calidad es verificar su origen. Hay que buscar en las etiquetas que indiquen la pureza del ibérico o el porcentaje de ibérico en los jamones procedentes de mezclas de razas. Puedes completar esta información leyendo otro de nuestros post en el que explicamos el etiquetado de los jamones según la normativa oficial que lo regula, la Norma de Calidad para la carne, el jamón y la paleta y caña de lomo ibérico (Real Decreto 4/2914, de 10 de enero).
Conocer la alimentación del cerdo es también un factor crucial para saber que un jamón ibérico es de calidad. Los jamones de bellota, por ejemplo, provienen de cerdos alimentados principalmente con bellotas, lo que les otorga sabores y texturas únicos. Esta alimentación se garantiza con el periodo de montanera, que acaba de empezar, y es la fase final de crecimiento del cerdo ibérico, en la que viven en libertad en la dehesa y se alimentan de bellotas (de encina, alcornoque y diversas variedades de la familia quercus) y otros recursos naturales.
Aspecto, olor y sabor
El aspecto y textura también dicen mucho de un buen jamón ibérico. Cuando comiences a cortar un jamón podrás observar características que te ayuden a valorar su calidad. Un jamón ibérico de calidad se caracteriza por su brillo al corte y su grasa infiltrada, lo que le da una textura suave y melosa. La pata debe ser fina y la carne presentar un color que varía del rojo intenso al rosado.
El aroma debe ser agradable y complejo, reflejando su curación y alimentación. Y, obviamente, al sabor, debe equilibrar perfectamente lo salado con notas dulces y un toque de frutos secos o hierba.
Los Cristales de Tirosina: Un Indicador de Calidad
Después de haber identificado un jamón ibérico de calidad, es probable que observes pequeños puntos blancos en la carne. Estos son cristales de tirosina, un aminoácido que aparece durante la curación prolongada del jamón. Estos cristales son signos de una maduración y curación excelentes, contribuyendo a la textura y al sabor únicos del jamón. Lejos de ser un defecto, la presencia de tirosina es una señal de que estás ante un jamón de alta calidad, con una curación y maduración perfectamente ejecutadas.
La curación de un buen jamón ibérico suele durar de 24 a 36 meses, es esencial para desarrollar la profundidad del sabor del jamón ibérico.
En Ibéricos Torreón, nos dedicamos a brindarles jamones que no solo cumplen con estos estándares de excelencia, sino que también cuentan la historia de una tradición y un cuidado exquisitos. La próxima vez que disfrutes de nuestro jamón ibérico, recuerda que cada detalle, desde su origen hasta el color, el aroma o esos pequeños cristales de tirosina, es parte de lo que lo convierte en una experiencia culinaria inolvidable.