En un sector tradicionalmente dirigido por hombres, Ibéricos Torreón ha logrado forjar su propio camino con una particularidad que nos hace únicos: nuestra esencia tiene nombre de mujer. Detrás de cada pieza de jamón, cada decisión estratégica y cada logro alcanzado, hay un equipo capitaneado por mujeres que representan el alma, la pasión y la excelencia de nuestra marca.
Desde nuestros inicios, hemos sido una empresa familiar que ha sabido mantener la tradición mientras abraza la innovación. Generoso García fundó Ibéricos Torreón hace más de 40 años, tras haber aprendido el oficio de Bernardo Hernández, abuelo de quienes hoy lideran la empresa, Chus y Laura García, la Directora General y Directora de Exportación, respectivamente. Su visión ha sido clave para consolidar la marca en España y en mercados internacionales y garantizar que nuestra esencia ibérica traspase fronteras.
Como han destacado en diversas entrevistas, para ellas no ha sido un camino fácil, pero tampoco han sentido que las peculiaridades del sector fueran una barrera insalvable. "Dirigir un negocio depende de las capacidades y de la formación, no del género", afirma Chus García. Y esa filosofía es la que ha impregnado cada rincón de la empresa, donde las mujeres ocupan puestos clave en todas las áreas. Por eso, el liderazgo de estas dos mujeres no se ha definido por su género, sino por su formación, su capacidad de gestión y su pasión por el sector.
Talento femenino en cada departamento
Ibéricos Torreón no solo es una empresa dirigida por mujeres, sino que su estructura cuenta con una fuerte presencia femenina en todos los departamentos. Desde la producción hasta la gestión de calidad, pasando por la administración y el mantenimiento, son muchas las mujeres que con su esfuerzo diario contribuyen al éxito de la empresa.
Torreón cuenta con una plantilla en la que las mujeres desempeñan un papel fundamental en distintas áreas. Además de Chus y Laura en la cúpula directiva, Marta Blázquez García, cuarta generación de la familia, lidera la Dirección de Producción, asegurando que cada pieza de ibérico que sale de Torreón mantenga los estándares de calidad y artesanía que han hecho de la marca un referente.
El equipo de calidad también está en manos de mujeres como Bienve, responsable de Calidad; y Pilar, técnico del mismo departamento, quienes se aseguran de que cada pieza de ibérico que sale de nuestras instalaciones cumpla con los más altos estándares.
Andrea, recientemente incorporada al departamento de Exportación, contribuye a que el ibérico Torreón llegue a mercados de todo el mundo, velando porque cada producto se ajuste a las exigencia del internacional.
Carmen Arganda es el rostro femenino del departamento de administración. Y otra Carmen, López, es parte de las reservas y visitas de nuevas experiencias de marca, como el Torreón Ibérico Experience (TEX).
El talento también brilla en la producción y el mantenimiento. Almudena, Elisa y Mercedes trabajan en la elaboración de los productos ibéricos con la maestría que caracteriza a la casa; mientras que Ángela y Araceli forman parte del equipo de limpieza, asegurando que la maquinaria y los procesos de fabricación funcionen de manera eficiente y cumpliendo los adecuados estándares sanitarios.
Cada una de ellas aporta un valor fundamental a la empresa, demostrando día a día que el sector ibérico también tiene rostro femenino.
Un modelo de empresa con futuro
Chus y Laura no solo han mantenido vivo el legado de su padre, sino que han abierto el camino para la siguiente generación. Con Marta Blázquez como Directora de Producción y Carlos Blázquez como Director de Desarrollo de Negocio. La tradición y la innovación caminan de la mano en Ibéricos Torreón, con una estructura en la que el talento no entiende de género, sino de pasión y compromiso.
En un sector donde aún predominan los hombres, Ibéricos Torreón es un ejemplo de que el liderazgo femenino no solo es posible, sino que es sinónimo de éxito. Porque detrás de cada jamón, de cada embutido y de cada decisión estratégica, también hay un equipo de mujeres profesionales que ponen el alma en lo que hacen. Y eso, sin duda, marca la diferencia.
